Nuestro Viejo y sus 78 "pirulos"

 Don San Ángel Macor cumple hoy sus 78 años. 

Nos disponemos a celebrar la vida, agradecer que lo tenemos día a día, que convivimos con su energía, con sus ganas, con sus proyectos, a pesar de sus achaques.

Nació el 26 de marzo de 1944 en San Nicolás de los Arroyos. Hijo de Adela María Franco (nicoleña) y Santiago "Yaco"Macor (italiano de San Danielle, Friuli). Estudió en el Colegio "Don Bosco". 

Solamente cursó hasta segundo año de la secundaria por decisión propia, y a partir de los 14 años trabaja incansablemente. Junto a nuestro abuelo, aprendió todo lo relacionado a la construcción: albañilería, plomería y demás instalaciones (cloacas, gas) y también pintura de obra.

Cumplió con su servicio militar obligatorio, pese a sus problemas de asma, que lo aquejan, desde niño. Como agradecimiento a los cuidados brindados por esta enfermedad, en especial por llevarlo todo los meses a la ciudad de Rosario, para sus aplicaciones (tratamiento con vacunas), siempre consideró como su segunda mamá a su tía Julia Franco.

Buscando sanación física para su sistema respiratorio, se mudó primero a Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) en donde conoció al Sr. Héctor Maggi y familia dedicados a la venta de productos regionales entre otros rubros turísticos, con quien luego se volvió a contactar en Villa Carlos Paz, lugar de radicación definitiva, donde formó su familia con nuestra Madre, Lidia Elena Gontero, con quien se casó el 4 de julio de 1967, gestando tres hijos (Santiago Alejandro, Cecilia Silvana y María de Lourdes).

Trabajó como transportista de cargas medianas y mudanzas(comisiones, expreso) principalmente en viajes diarios entre Villa Carlos Paz y Córdoba, cuando todavía no existía la "Autopista". Su primer vehículo de trabajo fue un Rastrojero con motor "Bodward" y luego un "Jeep Gladiator"

Luego incursionó por años en el rubro de taxímetro. Formó parte de la Asociación de Permisionarios y miembro fundador de la Mutual de Taxis. también fue pionero de una empresa de "Tele-radio-taxis" con los Sres. Varela y Sánchez. En este ámbito, fue un luchador, buscando el beneficio de todos: paradas rotativas, celebraciones masivas del día del taxista en el complejo de "La Fraternidad", una de las más bellas colonias de vacaciones de los trabajadores ferroviarios de Villa Carlos Paz. 

También siempre trató de obtener mayores recursos para sostener a su familia. A su primer coche de taxi, un Morrison usado que compró a la familia Baisre, lo cambió por un Dodge Polara Diesel O Km., al cual pintó totalmente negro, y así pudo realizar viajes de acompañamiento de sepelios (contactándose con las dos empresas fúnebres de la ciudad) y también viajes de casamiento (coche nupcial). Por esto y lo anterior, fue mal visto y cuestionado por los mediocres conservadores y cómodos carcamanes antiguos taxistas que cuidaba el "statu quo" y se negaban a todo tipo de cambio. Lo apodaron "cabra mocha", entre otros epítetos despectivos, para descalificar sus luchas.

Paralelamente por algún tiempo tuvo un auxilio con un camión Bedford con malacate automático de gran porte.

Posteriormente fue desvinculándose de a poco del "mundo taxi", mientras iba dedicándose de lleno a las instalaciones y reparaciones de cañería de agua (plomería) y luego también de cloacas y gas natural, tareas en las que sigue realizando algunos trabajos actualmente a sus 78 años porque no puede quedarse quieto, a pesar de haber podido acceder a una jubilación mínima.

Quiso incursionar en el rubro de armado, distribución y colocación en comodato en bares y afines, de mesas de pool y otros juegos como "metegoles", pero no contó con nuestro apoyo (principalmente mío y de mi Vieja), por prejuiciosos e ignorantes.

Trabajador, detallista, solidario, empático, considerado, siempre prioriza a los demás postergándose a sí mismo.

Acompañó el nacimiento, crecimiento y desarrollo de sus nietos: Santiago Nicolás, Tomás Emanuel, Lautaro Alejandro y Axel Gabriel, y de su bisnieta Catalina.

Gracias por todo cada día, perdón por tan poco.