domingo, 5 de febrero de 2023

Sinestesia, Nona - Paico

                                       







 Nuestra Nona Clementina, como todos la llamábamos a pesar de que en su documento figuraba nombrada como Clemencia, nos hacía té de paico para aliviar los dolorcitos de la panza (intestinales / digestivos).

Nuestra Nona Clementina fue la hija mujer menor de una familia numerosa de inmigrantes italianos muy pobres que se instaló en Colonia Tirolesa (Provincia de Córdoba) a fines del Siglo XIX). Ella se crió en el campo, desde pequeña edad fue quintera, siempre le gustaron las plantas, las flores, los arbustos y los árboles. Admiraba la belleza de la Naturaleza, su generosidad y beneficios, por ejemplo en materia medicinal. 

La hierba del paico es imborrable en nuestra memoria sensorial olfativa predominantemente, ya que tiene un aroma, un perfume delicioso, cautivante, que es prueba de su bondad.

Hace algunos años, al recorrer por vez primera un terreno que nuestros padres donaron a una Institución deportiva de un populoso barrio de la ciudad, tuve la oportunidad de reencontrarme de casualidad con una plantita de paico, inconfundible por su sanadora fragancia. De inmediato, se me vino a la memoria mi Nona y sus aliviadores tisanas. 

También entendí que este fortuito hallazgo era una buena señal de que el sacrificio generoso de nuestros padres era válido, era positivo, al brindar su colaboración gratuita y desinteresada para los niños, adolescentes  jóvenes de uno de los sectores más vulnerables de la ciudad.

Por supuesto, no pude resistir a llevar la pequeña matita de paico a casa, y con la buena mano que heredé de nuestra Nona Clementina la planté con la esperanza de que creciera para ofrecerle sus bondades curativas a los más pequeños de la casa y allegados.

Desde entonces (2017) han ido creciendo las semillas que se van esparciendo por el jardín y nos brindan su perfume característico junto al alivio para los males estomacales. Así también tenemos siempre presente a nuestra Nona (además mi madrina) sus enseñanzas y cuidados en un lugar privilegiado de nuestros corazones.

Por si esto fuera poco,  para certificar científicamente las bondades del paico, hace poco nuestro Viejo encontró tirado (¡válgame Dios!) un libro de 1952 titulado "Flora cordobesa" Plantas medicinales, aromáticas y tintóreas de la provincia de Córdoba) del naturalista Curt Venator (Editorial La Flor del Inca, Córdoba, RA), y en dicho ejemplar pudimos leer en sus páginas 48 y 49 la reseña de esta útil y delicada hierba serrana.

Así se concilian, interrelacionan o integran los saberes originarios, el trabajo de la tierra por parte de los inmigrantes y los estudios científicos. Saber y saber hacer para servir. Cultura Popular y Cultura Académica.

Por siempre gracias Nona Clementina, y gracias también al paico que nos alivia de nuestros excesos golosos.

Villa Carlos Paz, 6 de febrero de 2023.

Acompañan este texto evocativo un registro de febrero de 2023 del paico en semilla en casa  páginas del mencionado texto.


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