domingo, 26 de junio de 2016

Nuevo elogio de la Naturaleza y los sentimientos- NUESTRA FAMILIA A TRAVÉS DE UN ROSAL

En un principio plantamos unos pequeños brotes de un antiguo rosal del patio trasero de nuestra casa. Los fuimos cuidando a lo largo del tiempo, pero uno solo de ellos se mantuvo firme y creció hasta constituirse en una joven plantita, que año tras año ha ido dando algunas hermosas y perfumadas flores.
En este 2015, este joven y bello rosal nos ha deslumbrado con sus pimpollos abotonados, a pesar de todas las inclemencias del tiempo.
Para esta hermosa realidad, hemos contribuido todos, a través del riego, el desmalezamiento, la remoción de la tierra y la cuidadosa poda.
Elogio de la naturaleza y sus secretos. Aplicación de las enseñanzas de nuestros abuelos y nonos. Conocimientos, sentimientos y valores compartidos con nuestros padres. Ejemplo para los más jóvenes y pequeños de la familia.
Este rosal con tanta vitalidad es una buena metáfora de nuestra familia, en él estamos todos representados, renaciendo cada día, no obstante todos los contratiempos y dificultades, y con la esperanza de un nuevo amanecer.
Una vez más, entonces, podemos decir…”no hay espinas, sin rosas”…¡Viva la vida, cada día, todos los días!

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